Cuando se aproximan las épocas más calurosas del año hay que comenzar a vigilar, muy de cerca, la aparición de síntomas de una posible deshidratación del organismo. Y, si hablamos de personas mayores la atención a estos debe ser constante.
Motivos habituales de deshidratación en las personas mayores
A medida que vamos envejeciendo nuestro cuerpo va perdiendo la masa muscular, y por tanto la capacidad de mantener sus recursos hídricos, ya que es en los tejidos musculares dónde se almacena el agua que necesitamos para vivir. Los más frecuentes son:
- Trastornos, generalmente de tipo cerebral, que pueden desembocar en una pérdida de la sensación de sed.
- Infecciones y problemas digestivos, sobre todo renales, que pueden impedir la absorción de líquidos o provocar su excesiva pérdida.
- La vida sedentaria, una dieta inadecuada, el clima o las condiciones sociales y mentales son otros de los motivos a valorar ante la posibilidad de que ocurra una deshidratación.
¿Cómo evitar la deshidratación de las personas mayores?
Además de conocer el grado de hidratación con analíticas y otras pruebas médicas, hay formas más rápidas y sencillas de detectar si una persona mayor corre el riesgo de deshidratarse.
El síntoma más visible es la sequedad generalizada de la piel, que puede llegar a presentar descamación y pequeñas grietas. Otros a tener muy en cuenta son los cambios de hábitos a la hora de comer, orinar o defecar.
Y también, la fatiga o cansancio que apareciendo de pronto y no achacable a ningún problema óseo o respiratorio, debe ser atendida con urgencia.
En nuestra residencia de ancianos en Vizcaya contamos con todos los recursos necesarios para que nuestros ancianos no padezcan riesgo alguno, y mucho menos el de llegar a la deshidratación.
Si necesitas un lugar seguro para tus mayores no dudes en contactar con nosotros, estaremos encantados de recibiros.
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