La necesidad de personal entrenado en fisioterapia para el tratamiento y atención integral es indispensable en una residencia de ancianos, ya que el cuidado del adulto mayor tiene una complejidad mayor que cuando se es más joven. La mayoría de las personas que alcanzan la vejez sufren de enfermedades de tipo cardiovascular, neurológico o músculo-esquelético, o incluso, combinan dos o más enfermedades de estas categorías. A esto se le suma el propio envejecimiento, que en cada individuo afecta de forma diferente.
¿Qué papel cumple la fisioterapia en las residencias de ancianos?
El trabajo de un fisioterapeuta es:
- Valorar exhaustivamente la condición de la persona para detectar los problemas y determinar su origen.
- Planificar tratamientos personalizados, basados en objetivos y las preferencias de la persona para recuperar progresivamente las capacidades físicas.
A continuación, detallamos los principales problemas sobre los que un fisioterapeuta puede intervenir en una residencia de ancianos.
Dolor
Se suele pensar que el dolor es una consecuencia del envejecimiento y que el hecho de que se padezca todo el tiempo es prácticamente una norma cuando alcanzamos cierta edad. Nada está más alejado de la realidad: sentir dolor no es natural en ninguna etapa de la vida y aguantarlo puede llevar a episodios severos de depresión y ansiedad. En la fisioterapia se utilizan diversas técnicas, como las corrientes eléctricas, los masajes y ejercicios específicos, que eliminan o minimizan el dolor hasta un punto que no interfiera con las actividades diarias de la persona.
Disminución de la flexibilidad y fuerza
Al envejecer nos movemos menos. Menos movimiento implica un menor estímulo para los músculos, que deriva en la reducción de las fibras musculares y acortamientos que reducen el rango de movimiento de las articulaciones. A través de estiramientos, movilizaciones, ejercicios y determinados masajes el fisioterapeuta puede conseguir recuperar los rangos normales de movimiento.
Pérdidas del balance y el equilibrio
Existen varias razones por las que se generan las pérdidas de equilibrio y balance en los adultos mayores:
- Infecciones o inflamaciones del oído interno.
- Ciertos medicamentos antidepresivos, ansiolíticos, antihipertensivos o antibióticos.
- Condiciones médicas como la diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, etc.
Las pérdidas de equilibrio son especialmente graves, porque aumentan el riesgo de caída y fractura y la recuperación es muy lenta en el adulto mayor cuando esto sucede. Los fisioterapeutas están entrenados para detectar dónde yace el problema de la pérdida del equilibrio, y a través del ejercicio diseñan estrategias, ya sea para tratarlo o para prevenirlo.
Para concluir, entendemos que los adultos mayores son propensos a sufrir de condiciones crónicas con mayor facilidad, tienen un alto riesgo de padecer accidentes y caídas y la capacidad funcional se ve limitada frecuentemente, impidiendo que puedan desenvolverse manera autónoma e independiente. En las residencias de ancianos de Grupo Lekuona contamos con profesionales de la fisioterapia comprometidos con el bienestar de nuestros mayores.
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