Con el paso de los años nuestro cuerpo va, poco a poco, volviéndose más perezoso. Nuestras células, inevitablemente, van degenerándose hasta el punto de, a veces, llegar a la demencia. Por todo ello, estimular la mente y el cuerpo no solo es beneficioso, sino una necesidad para seguir manteniendo al máximo nuestras capacidades, tanto funcionales como motoras y cognitivas. A continuación te contamos los beneficios concretos de la psicomotricidad en personas mayores.
Psicomotricidad: ¿qué es y para quién es beneficiosa?
Como ya hemos avanzado, la psicomotricidad tiene múltiples beneficios para toda la población. Sin embargo, para las personas mayores es todavía más evidente. En concreto, se trata de un trabajo en que se estimula la salud de la persona de una forma global, es decir, tanto física como psicológica, cognitiva y también social.
Mediante unos ejercicios determinados se refuerzan habilidades motoras individuales como la fuerza, el equilibrio o la flexibilidad. Estimular estas cuestiones les ayudará no solo a sentirse más activos y enérgicos, sino también a frenar el deterioro cognitivo, la demencia y, a la vez, a mantener su independencia.
Los profesionales encargados de realizar este tipo de actividades son los fisioterapeutas o los terapeutas ocupacionales especializados en el colectivo geriátrico. Su objetivo es claro: mantener, mejorar y potenciar las capacidades y condiciones de salud de las personas mayores o aquellas con algún grado de dependencia o enfermedad neurodegenerativa. Para ellos, se diseñan programas de ejercicios personalizados a sus necesidades y capacidades.
Ejercicios de psicomotricidad fina en personas mayores
Algunos ejemplos de estos ejercicios de psicomotricidad para personas mayores son, por ejemplo, ejercicios sencillos que pueden realizar en su vida cotidiana como sujetar algún tipo de material, colgar algún objeto o manualidades como hacer pulseras con abalorios. También abrochar y desabrochar botones o atarse los cordones de los zapatos pueden ser buenas muestras.
Otro bloque de actividades podrían ser tareas más creativas y de concentración como jugar y experimentar con la plastilina, pintar con rotuladores o crear objetos decorativos con alimentos secos.
Finalmente, también cocinar, ordenar la comida en botes o doblar la ropa es bueno para la estimulación cognitiva de este colectivo. En resumen, cualquier actividad que les haga pensar y moverse, sin requerir de mucho esfuerzo, sirve para luchar contra la demencia.
Además, no todo tienen que ser tareas aburridas. También se puede incluir algún juego de memoria o juegos de piezas apilables para crear estructuras o incluso hacer algún rompecabezas. Estos juegos, llamados terapéuticos, les pueden servir de igual modo también para mantenerse activos.
Grupo Lekuona somos un grupo de residencias de la tercera edad que contamos con los mejores especialistas en psicomotricidad para este colectivo de personas mayores que padecen o tienen riesgo de padecer demencia o algún tipo de patología neurodegenerativa. ¡Vén y conócenos!
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