La música forma parte del día a día de millones de personas. En la radio, al levantarse; en el coche, camino al trabajo; o en la ducha, bajo el agua. Hasta tal punto llega esta mimetización con la vida diaria que hay vivencias con banda sonora incorporada. Siendo esto así, es un factor que no se pasa por alto en nuestra residencia de ancianos en Bilbao. Toma nota.
Beneficios de la música en una residencia de ancianos
El poder de la música es casi infinito. Son muchas las situaciones en las que, al escuchar una canción concreta o una melodía, los pelos se erizan y las lágrimas se deslizan. Es decir, tiene un gran poder emotivo. Esta no es su única fuerza. Otra de ellas es su capacidad pedagógica gracias a su estimulación cerebral. Si bien se aplica, principalmente, a la estimulación que se produce cuando se aprende a tocar un instrumento, escuchar música ejercita la memoria, imaginación y coordinación.
Respecto a su utilidad en una residencia de ancianos, la música como terapia, es decir, la musicoterapia, es una de las mejores actividades que se pueden llevar a cabo. Consiste en emplear la música para tratar problemas emocionales, sociales, neurológicos… ¡Las posibilidades son inmensas!
Mediante esta técnica se trabaja para conseguir un estado de ánimo más positivo, pues, en personas mayores, la depresión es una patología muy común. Asimismo, se han objetivado resultados esperanzadores en ancianos con Alzheimer, pues la capacidad de procesar los sonidos y la voz es de las últimas capacidades que pierden. Del mismo modo, también influirá en su estado anímico.
Los beneficios abarcarán las cuatro esferas: social, emocional, física y cognitiva.
En el grupo Lekuona apostamos por esta técnica en nuestra residencia para ancianos en Bilbao y nuestros pacientes y familiares apuestan por nosotros.
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