La realización de actividad física es beneficioso en cualquier etapa de la vida, pero en la tercera edad, de manera moderada, más aún. En un  período donde no se ejerce un desempeño laboral constante, las capacidades cognitivas van mermando y por ello, hay que compensar a través de la incorporación de otras tareas tanto físicas como intelectuales que enriquezcan el día a día.

• Se favorece la liberación de endorfinas. Son neutrotransmisores que actuan a nivel cerebral causando una gran diversidad de efectos a nivel emocional, cognitivo, fisiológico y conductual. 
• Ayuda a regular el metabolismo y mantener un peso corporal adecuado.
• Disminuye el riesgo de desarrollar ansiedad y trastornos depresivos.
• Disminuye el estrés y favorece el ciclo del sueño.
• Favorece la autoestima y ayuda a mejorar la imagen corporal. 
• Aumenta el bienestar general. 
• La grasa corporal se reduce.
• Se reduce el riesgo de desarrollar determinadas patologías endocrinas como la diabetes, o cardiovasculares como las alteraciones cardíacas o la hipertensión.
• Se retrasa el deterioro cognitivo al estimular la neuroregeneración.  
• Control del nivel de azúcar en sangre, de lípidos, etcétera.

En Grupo Lekuona, siempre somos partidarios de formentar la actividad física en nuestras residencias, siempre al nivel de cada persona y de sus posibilidades. Visita nuestras residencias de ancianos en Bilbao y en Vizcaya y compruébalo.