Las bajas temperaturas avivan todas las patologías respiratorias en esta época del año tan complicada para las personas mayores. La gripe, la bronquitis y la neumonía son patologías susceptibles de que las padezca las personas de la tercera edad. 

En todas las etapas de la vida, pero sobre todo cuando la franja de edad se encuentra en los primeros años de vida y a partir de los 60, hay un mayor riesgo de contagio y la sintomatología suele ser más preocupante.  

Enfermedades más comunes en Invierno

El aparato respiratorio es sobre el que más tenemos que tener cuidado en Otoño e Invierno. En la gente joven sin otras complicaciones, un resfriado puede cursar con unos días en la cama y nada más. Sin embargo, en personas que tengan afecciones cardíacas o pulmonares, un simple catarro o una gripe puede verse agravada.  Las afecciones crónicas pueden demorar la recuperación en personas mayores. 

El virus de la gripe es estacional, por lo que los meses más fríos del año son los que no debemos bajar la guardia y cuidar mucho la alimentación y la ropa de abrigo. La fiebre, las dificultades respiratorias, los dolores articulares y otros problemas asociados son las principales características a las que se enfrentan los ancianos. Concretamente para este virus existe vacunación específica, por lo que es recomendable que aquellas personas que pertenezcan al grupo de riesgo se vacunen. 

La neumonía en muchas ocasiones, requiere de hospitalización y cuidados especiales, por lo que hay que intentar evitar la exposición al frío lo máximo posible. Por otra parte, la humedad y el intenso frío pueden intensificar los procesos degenerativos e inflamatorios de las articulaciones. 

Los pacientes que padecen este tipo de lesiones articulares notaran más sensación de dolor por el frío, sobre todo en rodillas y caderas y también tienen más miedo a perder el equilibrio y a caerse.   

Otras afecciones que son atemporales son la depresión, la ansiedad... que pueden exacerbarse en las épocas de frío. Por lo que es imprescindible estar muy pendiente de nuestros mayores para controlar que se encuentren bien anímica mente.