El accidente cerebrovascular (ACV) habitualmente está causado por un coágulo de sangre en el cerebro. Es de vital importancia que tras un ACV se actue con la mayor premura posible, ya que los efectos secundarios dependerán en gran parte de la rápidez de actuación tras el ictus.
¿Cómo reconocer los síntomas de un posible accidente cerebrovascular?
- Dificultades al hablar: si se aprecia que la boca está torcida o existe una incapacidad para pronunciar palabras, lo que se conoce como afasia podemos estar ante un ACV.
- Dificultad para mantener el equilibrio con los brazos elevados. Puede ser indicativo de apoplejía.
- Debilidad facial o parálisis: La caída de los músculos faciales o parálisis parcial, a menudo en un lado de la cara, puede indicar el inicio de un accidente cerebrovascular.
Una actuación rápida tras la identificación de alguno de estos síntomas puede marcar la diferencia en el proceso de recuperación. Ya que puede quedar una discapacidad de por vida.
Rehabilitación tras un accidente cerebrovascular:
Lo más importante es devolver al paciente la mayor autonomía posible y el más alto nivel de funcionalidad. Tras el accidente cerebrovascular, las acciones cotidianas del día a día pueden quedar limitadas, por lo que hay que reeducar al paciente con ciertas estrategias que suplan esas carencias. Sobre todo, en casos en los que la movilidad se ve afectada por la parálisis de un lado del cuerpo o de un brazo por ejemplo.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, las terapias de rehabilitación neurológica tendrán que enfocarse de una manera u otra. Las sesiones más intensivas deberán llevarse a cabo en un centro especializado de rehabilitación donde logopedas, especialistas en estimulación cognitiva y fisioterapeutas aplicaran terapias para restaurar la función neurológica.
El objetivo final, pasa por devolver al paciente la mayor independencia posible para que pueda volver a su rutina. El período de tiempo suele ser largo e intenso. Dura en torno a 6 meses- 1 año. Pero a través de las últimas investigaciones se sabe que el cerebro es capaz de regenerarse tras un accidente cerebrovascular.
En nuestras residencias de ancianos en Bilbao y Vizcaya contamos con profesionales que ayudarán a todas aquellas personas que hayan sufrido un ictus y que estén en período de recuperación.
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