¿Por qué afecta más el frío en la tercera edad?

Frio en la tercera edad

¿Te has preguntado alguna vez por qué las personas de la tercera edad suelen padecer más frío que el resto? Es un hecho constatado que los ancianos tienden a abrigarse más a pesar de no estar a baja temperatura, pero, ¿tiene esto alguna explicación científica?

La tercera edad, la percepción de la temperatura y el metabolismo

Lo cierto es que sí que existe una explicación estudiada y contrastada acerca del porqué sentimos más frío a medida que cumplimos años.

Según envejece nuestro organismo, las diferentes capacidades y tareas de las que se encargan nuestras células se deterioran y ralentizan. Es parte del ciclo de la vida, y un proceso totalmente normal. Las células que procesan y mantienen el calor corporal a nivel cutáneo disminuyen su potencia de acción con el paso del tiempo, provocando una sensación constante de frío en el cuerpo.

Los mayores experimentarán la sensación de frío con más facilidad debido a que su propio cuerpo no está siendo capaz de termorregularse a la par que descienden los grados en el exterior. Por ello, requerirán un aporte externo (un abrigo) para preservar el calor durante más tiempo.

A este hecho se suman otros factores, como la disminución de la capacidad de quema de grasa del organismo que aparece durante las fases más avanzadas de la vida. Se produce una situación cíclica que aúna la falta de ejercicio debido al dolor óseo/muscular, que a su vez deriva en una mayor oxidación del sistema locomotor, lo cual produce más dolor y menor capacidad celular para termorregular.

Para evitar este tipo de situaciones, las residencias especializadas en el cuidado y mantenimiento del bienestar de personas de la tercera edad de Grupo Lekuona se preocupan por proporcionar de forma permanente una temperatura agradable y apropiada que garantice la tranquilidad y descanso de todos los huéspedes.

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